Un revestimiento de ducha de mármol blanco cristalino aporta frescor, belleza y luminosidad al baño. Tanto si la estancia recibe mucha luz natural, como si tenemos que recurrir a un plus de luz artificial, esta opción aumentará la claridad elevando la calidad visual de la estancia.

En el campo de los grandes formatos, es habitual ver revestimientos de mármoles clásicos como el archiconocido Calacatta. Se trata de mármoles extremadamente bellos, aunque no translúcidos y que los encontramos en diseños en los que el creador no requería el componente cristalino.

Sin embargo, existe otro tipo de mármoles blancos de gran belleza que integran bases o fragmentos cristalinos y que también ofrecen muchas posibilidades desde el punto de vista estético.

Blanco Iceberg un mármol blanco con vetas translúcidas

Este mármol dolomítico presenta un translúcido fondo blanco polar que se ve entrecruzado por vivaces vetas cristalinas con pálidos matices amarillos, verdes y rosados.

Tal y como vemos en la imagen de cabecera, el mármol Blanco Iceberg es capaz de convertir cualquier lugar convencional en una estancia pulcra, nítida y ordenada. El espacio crece con el porte de esta piedra natural debido a su candoroso aspecto.

Esta ducha de mármol blanco cristalino, también en Iceberg, es un ejemplo de lo bien que encaja esta piedra natural en proyectos de gran formato en los que la luz juega un papel predominante.

En esta otra imagen, podemos apreciar en detalle las aguas translúcidas que genera Blanco Iceberg. El espacio para el baño se torna límpido y prístino a la vez que transmite pureza y sensación de bienestar.

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